Visita guiada al curso que viene
El director del IES Sierra Blanca se dirige a los padres del colegio Vicente Aleixandre.
:: JOSELE-LANZA
El instituto Sierra Blanca abre sus puertas a los padres del colegio Vicente Aleixandre para que comprueben la masificación que sufre
13.02.10 - 02:05 -
JOSÉ ANTONIO GARCÍA MARBELLA.
LA CIFRA 7
son los grupos previstos el próximo curso en Primero de ESO del instituto Sierra Blanca: cuatro procedentes del colegio Vicente Aleixandre, dos del Rafael Fernández Mayoralas y uno de alumnos repetidores. La Junta propone reducir uno, lo que afectaría a una treintena de alumnos. Los padres no están de acuerdo con esta solución.
El instituto Sierra Blanca abrió en la mañana de ayer sus puertas a más de medio centenar de padres del colegio Vicente Aleixandre para mostrarles la masificación que sufren sus aulas. La visita se convirtió en un nuevo acto de protesta de estas familias de alumnos de Quinto y Sexto de Primaria, que denuncian que sus hijos se ven obligados a estudiar el próximo curso en un instituto en el que debido a ese problema faltan clases, espacios comunes y se producen con frecuencia episodios de indisciplina por parte de los estudiantes.
«Estamos discriminados y además es un caso de agravio comparativo porque en otros institutos del entorno como el Guadalpín y el Río Verde entran cada año muchos menos alumnos, lo que favorece su aprendizaje», lamentó la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del Vicente Aleixandre, Susana Martín.
Guiados por el director del Sierra Blanca, Manuel Padrón, estos padres visitaron en primer lugar la biblioteca del centro. La presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Vicente Aleixandre se dirigió a las familias para pedir su colaboración ante las autoridades competentes en favor de una mejor calidad de la enseñanza. «Lo que queremos sencillamente es tener el mismo trato que otros institutos del entorno», comentó, al tiempo que dejó constancia de que el exceso de alumnos provoca que en la actualidad la propia biblioteca, entre otras dependencias, no pueda ejercer como tal y tenga que servir de clase.
La falta de espacio, explicó Padrón, está dando lugar a que estudiantes con problemas de disciplina o incluso físicos no puedan ser atendidos en aulas especiales como la de convivencia y por contra tengan que marcharse a casa sin ningún control. «Lo que hay que meterse en la cabeza es que no puede haber alumnos en Marbella en mejores condiciones que otros», enfatizó el director, quien aseguró que el 60 por ciento de los matriculados en el Sierra Blanca están condenados al fracaso «porque la plaza escolar es mala al estar mal atendidos». El director del Sierra Blanca, que se refirió a los «privilegios» de unos institutos frente a otros, criticó que los estudiantes más que matriculados, están «almacenados», y exigió que sean distribuidos en las mismas condiciones.
Sólo el Vicente Aleixandre
Martín y Padrón coincidieron en señalar que la solución es que al Sierra Blanca sólo accedan los alumnos del Vicente Aleixandre y no los del Rafael Fernández Mayoralas, el otro adscrito al instituto, con unos dos grupos en Primero de ESO de los siete previstos para el próximo curso. Así se lo propondrán a la Delegación provincial de Educación en una reunión el próximo viernes. Sin embargo, como ya publicó este periódico, no es esta la medida que se plantea la Junta de Andalucía, que tiene pensado ir reduciendo un grupo de una treintena de estudiantes a partir del próximo curso.
La voz de alarma de los padres de alumnos del colegio Vicente Aleixandre no pudo ser más rotunda tras concluir la visita al instituto Sierra Blanca. «Esto es una vergüenza, una injusticia y una discriminación a nuestros hijos, que están condenados a fracasar aquí», coincidieron en denunciar Gema Sánchez, Alejandra Melián y Patricia Guerrero, madres de estudiantes de Quinto y Sexto de Primaria del Vicente Aleixandre. «Está claro que si los políticos tuvieran hijos en estas condiciones, seguro que ya habrían tomado medidas», dijo Melián: «Lo que entre todos debemos buscar es la igualdad».
El instituto Sierra Blanca abre sus puertas a los padres del colegio Vicente Aleixandre para que comprueben la masificación que sufre
13.02.10 - 02:05 -
JOSÉ ANTONIO GARCÍA MARBELLA.
LA CIFRA 7
son los grupos previstos el próximo curso en Primero de ESO del instituto Sierra Blanca: cuatro procedentes del colegio Vicente Aleixandre, dos del Rafael Fernández Mayoralas y uno de alumnos repetidores. La Junta propone reducir uno, lo que afectaría a una treintena de alumnos. Los padres no están de acuerdo con esta solución.
El instituto Sierra Blanca abrió en la mañana de ayer sus puertas a más de medio centenar de padres del colegio Vicente Aleixandre para mostrarles la masificación que sufren sus aulas. La visita se convirtió en un nuevo acto de protesta de estas familias de alumnos de Quinto y Sexto de Primaria, que denuncian que sus hijos se ven obligados a estudiar el próximo curso en un instituto en el que debido a ese problema faltan clases, espacios comunes y se producen con frecuencia episodios de indisciplina por parte de los estudiantes.
«Estamos discriminados y además es un caso de agravio comparativo porque en otros institutos del entorno como el Guadalpín y el Río Verde entran cada año muchos menos alumnos, lo que favorece su aprendizaje», lamentó la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del Vicente Aleixandre, Susana Martín.
Guiados por el director del Sierra Blanca, Manuel Padrón, estos padres visitaron en primer lugar la biblioteca del centro. La presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Vicente Aleixandre se dirigió a las familias para pedir su colaboración ante las autoridades competentes en favor de una mejor calidad de la enseñanza. «Lo que queremos sencillamente es tener el mismo trato que otros institutos del entorno», comentó, al tiempo que dejó constancia de que el exceso de alumnos provoca que en la actualidad la propia biblioteca, entre otras dependencias, no pueda ejercer como tal y tenga que servir de clase.
La falta de espacio, explicó Padrón, está dando lugar a que estudiantes con problemas de disciplina o incluso físicos no puedan ser atendidos en aulas especiales como la de convivencia y por contra tengan que marcharse a casa sin ningún control. «Lo que hay que meterse en la cabeza es que no puede haber alumnos en Marbella en mejores condiciones que otros», enfatizó el director, quien aseguró que el 60 por ciento de los matriculados en el Sierra Blanca están condenados al fracaso «porque la plaza escolar es mala al estar mal atendidos». El director del Sierra Blanca, que se refirió a los «privilegios» de unos institutos frente a otros, criticó que los estudiantes más que matriculados, están «almacenados», y exigió que sean distribuidos en las mismas condiciones.
Sólo el Vicente Aleixandre
Martín y Padrón coincidieron en señalar que la solución es que al Sierra Blanca sólo accedan los alumnos del Vicente Aleixandre y no los del Rafael Fernández Mayoralas, el otro adscrito al instituto, con unos dos grupos en Primero de ESO de los siete previstos para el próximo curso. Así se lo propondrán a la Delegación provincial de Educación en una reunión el próximo viernes. Sin embargo, como ya publicó este periódico, no es esta la medida que se plantea la Junta de Andalucía, que tiene pensado ir reduciendo un grupo de una treintena de estudiantes a partir del próximo curso.
La voz de alarma de los padres de alumnos del colegio Vicente Aleixandre no pudo ser más rotunda tras concluir la visita al instituto Sierra Blanca. «Esto es una vergüenza, una injusticia y una discriminación a nuestros hijos, que están condenados a fracasar aquí», coincidieron en denunciar Gema Sánchez, Alejandra Melián y Patricia Guerrero, madres de estudiantes de Quinto y Sexto de Primaria del Vicente Aleixandre. «Está claro que si los políticos tuvieran hijos en estas condiciones, seguro que ya habrían tomado medidas», dijo Melián: «Lo que entre todos debemos buscar es la igualdad».
Comentarios