"En Marbella hay 2.000 niños apretados en prefabricadas"
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Javier de Luis Ferreras es presidente de la Federación de Asociación de Padres y Madres de Alumnos en Marbella. El colectivo agrupa a la mayor parte de los grupos de padres de estudiantes del municipio, que cuenta con 34 centros escolares públicos frente a una veintena de escuelas privadas. El nuevo presidente, nombrado esta misma semana, afronta el mayor problema de carencia de infraestructuras educativas de la historia del municipio.
PRINCESA SÁNCHEZ.
Es político, representante de la formación Equo; es ecologista, de Ecologistas en Acción; pero sobre todo es padre. Javier De Luis es el nuevo presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Marbella, Mainake, tras la dimisión de Juana López. Es consciente de su responsabilidad en una ciudad carente de infraestructuras públicas y con alto fracaso escolar que se traduce en desempleo. Marbella se enfrenta además a los recortes presupuestarios. De Luis apuesta por la participación ciudadana.
¿Cuál es su objetivo?
Lo primero es que las asociaciones de padres y madres de Marbella participen con una sola voz en todas las administraciones. Se trata de que no ocurra lo que ahora. Hay demasiadas intervenciones de distintas voces y al final el mensaje se diluye. Así, a la preocupación y al derecho de participación de los padres no se le saca el provecho que debería.
¿Cómo piensa lograrlo?
Hay que recordarles a las asociaciones cuáles son sus obligaciones pero también sus derechos. Normalmente, el mundo docente no suele ver con agrado la implicación de los padres y madres como parte más con derecho propio y reconocido por ley. Lo cierto es que hay padres y madres que no han hecho valer su derecho a decidir, a participar y a criticar las decisiones que se toman en la educación de sus hijos.
Los problemas de la enseñanza pública en Marbella... ¿son una cuestión de suelo?
Es un problema de suelo. Pero también lo es de recortes, de financiación y de mapa escolar. El mapa escolar se ha hecho mal, a golpe de resolver problemas puntuales de demanda de plaza. Al final lo que tenemos es un mapa donde los niños tienen que hacer muchos viajes para llegar, cansados, a su pupitre. Se encuentran una clase con un número de alumnos por aula elevado y unas deficiencias importantes.
¿Dónde está el origen?
En Marbella, cuando se ha hecho urbanismo, se ha hablado de casas y urbanizaciones y más casas. Después, cómo resolver el conflicto de las 18.000 viviendas ilegales. Pero no nos hemos dado cuenta de que cuando se construía todo ese problema, no se reservaba suelo para equipamiento escolar. Ahora, ni siquiera encontramos rincones en el terreno para consolidarlos.
¿Cuántos centros faltan?
Las asociaciones creen que harían falta unos siete colegios para unos 2.000 o 3.000 escolares. Es verdad que no hay 2.000 niños sin plaza; pero si que se están apretando en ratios altas, prefabricadas, bibliotecas o salones de actos para dar clase. Hay que tener en cuenta que desde los 80 no se afronta el problema escolar en Marbella desde toda su perspectiva. Arrastramos ese déficit desde los 90, cuando llegó el GIL, y hasta el 2007. Con el gobierno de la comisión gestora en el Ayuntamiento, se construyeron tres centros en nueve meses. El problema del gilismo se repite. Con el PP, hemos vuelto a la bronca absurda entre Junta y Ayuntamiento de si hay o no parcelas.
Hay 14. ¿Son demasiadas prefabricadas?
Muchas veces el aula prefabricada tiene más calidad que el aula normal del centro. Las prefabricadas están mal, pero muchas plazas escolares son nefastas.
¿Falta planificación?
E inversión. No sólo en material sino en sustitución de profesores. Todavía, en Marbella, cuando un niño se hace pipí encima, llaman al papá a casa para que vaya al centro a cambiarlo.
Todo esto repercute en el fracaso escolar.
En torno a un 70 u 80% de los alumnos que terminan Primaria y llegan a los institutos -pocos y mal distribuidos- no consigue superar la Secundaria y se va a la cola del paro. Debería ser motivo de preocupación de los políticos locales y autonómicos. Pero ellos hablan de que van más allá de sus competencias. Eso es terrible. Si hacen más de lo que marcan sus competencias, el beneficiado no es un golfo. Son los niños.
¿Empeorará el panorama con los recortes presupuestarios?
Si la situación es grave en el resto del panorama español; en Marbella, con la crisis que tenemos ya, va a ser mortal. Le hemos pedido a las asociaciones que pidan al consejo escolar de los centros que se posicionen sobre los recortes en educación. Muchos no sabían que era posible hacerlo.
¿Falta implicación de los padres en educación?
Tienen que tener conciencia de lo que son. Los padres no están para darle la razón ni a la Junta ni al Ayuntamiento. Tenemos el derecho y la obligación de reclamarles que resuelvan los conflictos. Nos debería dar igual que gane el PP o el PSOE.
¿Faltan movilizaciones?
Muchas veces el padre no conoce su posibilidad de intervenir en la política del centro. Las leyes sobre educación hablan de cooperación entre administraciones. Hay que reclamarla.
Es político, representante de la formación Equo; es ecologista, de Ecologistas en Acción; pero sobre todo es padre. Javier De Luis es el nuevo presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Marbella, Mainake, tras la dimisión de Juana López. Es consciente de su responsabilidad en una ciudad carente de infraestructuras públicas y con alto fracaso escolar que se traduce en desempleo. Marbella se enfrenta además a los recortes presupuestarios. De Luis apuesta por la participación ciudadana.
¿Cuál es su objetivo?
Lo primero es que las asociaciones de padres y madres de Marbella participen con una sola voz en todas las administraciones. Se trata de que no ocurra lo que ahora. Hay demasiadas intervenciones de distintas voces y al final el mensaje se diluye. Así, a la preocupación y al derecho de participación de los padres no se le saca el provecho que debería.
¿Cómo piensa lograrlo?
Hay que recordarles a las asociaciones cuáles son sus obligaciones pero también sus derechos. Normalmente, el mundo docente no suele ver con agrado la implicación de los padres y madres como parte más con derecho propio y reconocido por ley. Lo cierto es que hay padres y madres que no han hecho valer su derecho a decidir, a participar y a criticar las decisiones que se toman en la educación de sus hijos.
Los problemas de la enseñanza pública en Marbella... ¿son una cuestión de suelo?
Es un problema de suelo. Pero también lo es de recortes, de financiación y de mapa escolar. El mapa escolar se ha hecho mal, a golpe de resolver problemas puntuales de demanda de plaza. Al final lo que tenemos es un mapa donde los niños tienen que hacer muchos viajes para llegar, cansados, a su pupitre. Se encuentran una clase con un número de alumnos por aula elevado y unas deficiencias importantes.
¿Dónde está el origen?
En Marbella, cuando se ha hecho urbanismo, se ha hablado de casas y urbanizaciones y más casas. Después, cómo resolver el conflicto de las 18.000 viviendas ilegales. Pero no nos hemos dado cuenta de que cuando se construía todo ese problema, no se reservaba suelo para equipamiento escolar. Ahora, ni siquiera encontramos rincones en el terreno para consolidarlos.
¿Cuántos centros faltan?
Las asociaciones creen que harían falta unos siete colegios para unos 2.000 o 3.000 escolares. Es verdad que no hay 2.000 niños sin plaza; pero si que se están apretando en ratios altas, prefabricadas, bibliotecas o salones de actos para dar clase. Hay que tener en cuenta que desde los 80 no se afronta el problema escolar en Marbella desde toda su perspectiva. Arrastramos ese déficit desde los 90, cuando llegó el GIL, y hasta el 2007. Con el gobierno de la comisión gestora en el Ayuntamiento, se construyeron tres centros en nueve meses. El problema del gilismo se repite. Con el PP, hemos vuelto a la bronca absurda entre Junta y Ayuntamiento de si hay o no parcelas.
Hay 14. ¿Son demasiadas prefabricadas?
Muchas veces el aula prefabricada tiene más calidad que el aula normal del centro. Las prefabricadas están mal, pero muchas plazas escolares son nefastas.
¿Falta planificación?
E inversión. No sólo en material sino en sustitución de profesores. Todavía, en Marbella, cuando un niño se hace pipí encima, llaman al papá a casa para que vaya al centro a cambiarlo.
Todo esto repercute en el fracaso escolar.
En torno a un 70 u 80% de los alumnos que terminan Primaria y llegan a los institutos -pocos y mal distribuidos- no consigue superar la Secundaria y se va a la cola del paro. Debería ser motivo de preocupación de los políticos locales y autonómicos. Pero ellos hablan de que van más allá de sus competencias. Eso es terrible. Si hacen más de lo que marcan sus competencias, el beneficiado no es un golfo. Son los niños.
¿Empeorará el panorama con los recortes presupuestarios?
Si la situación es grave en el resto del panorama español; en Marbella, con la crisis que tenemos ya, va a ser mortal. Le hemos pedido a las asociaciones que pidan al consejo escolar de los centros que se posicionen sobre los recortes en educación. Muchos no sabían que era posible hacerlo.
¿Falta implicación de los padres en educación?
Tienen que tener conciencia de lo que son. Los padres no están para darle la razón ni a la Junta ni al Ayuntamiento. Tenemos el derecho y la obligación de reclamarles que resuelvan los conflictos. Nos debería dar igual que gane el PP o el PSOE.
¿Faltan movilizaciones?
Muchas veces el padre no conoce su posibilidad de intervenir en la política del centro. Las leyes sobre educación hablan de cooperación entre administraciones. Hay que reclamarla.
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